¿Qué son las condiciones de la piel?

Hace poco hablamos de los diferentes tipos de piel (normal, mixta, seca y grasa). Más allá de nuestro tipo de piel, hay la condición de la piel o el estado de salud de la piel. ¡Cuidado, no es lo mismo!

El tipo de piel es genético y puede evolucionar a lo largo de nuestra vida pero eso, no se hace de un día para el otro. Por otro lado, hay la condición de la piel. Esta se injerta al tipo de piel. Puede variar mucho y está relacionada con varios factores internos y externos (por ejemplo: estrés, dieta, factores climáticos, toma de medicamentos, etc.). También pueden combinarse entre sí (por ejemplo: piel madura y deshidratada - son dos condiciones de la piel que uno puede tener al mismo tiempo). Básicamente, todo lo que sufre nuestra piel y sobre lo que reacciona es una condición de la piel.

A continuación les hablaré brevemente de algunas de las diferentes condiciones de la piel, especialmente las más conocidas.

• Piel madura - ¡nadie lo puede escapar! Todos tendremos una piel madura. Esta tiene arrugas y se afloja. Con el paso de los años la piel ha perdido tonicidad y firmeza. También pueden producirse cambios de pigmentación.

• Piel deshidratada - esta condición de la piel se confunde muy a menudo con el tipo de piel llamada seca (que no produce suficiente sebo), pero no es lo mismo. La condición de la piel deshidratada es puntual y se relaciona con la falta de agua. La piel tiene problemas para retenerla. La deshidratación puede afectar a todos los tipos de piel (seca, mixta, grasa y normal). Sin embargo, las pieles secas son a menudo naturalmente deshidratadas porque tienen una carencia en lípidos (grasa) lo que hace que la barrera hidrolipídica de la piel se altera. Por lo tanto, ya no retiene el agua que se evapora. El estado de deshidratación se traduce en arrugas de deshidratación, una tez opaca y una falta de luminosidad.

• Piel con acné - bien conocido, el acné está caracterizado por puntos negros, espinillas, quistes, etc. Estos pueden aparecer en la cara, el cuello, la espalda y el pecho. Es el resultado de bacterias, hormonas (puede causar exceso de sebo por ejemplo), sensibilidades (alergias, reacciones a los productos…) e inflamación (causada por enfermedades, alimentos, estrés, etc.)

He descrito algunas de las diferentes condiciones de la piel, pero existen muchas más. Otras conocidas son por ejemplo el eczema, la rosácea o la psoriasis. En estos casos es importante consultar a un especialista que pueda establecer un diagnóstico y recomendarles una rutina adaptada.

Espero que este artículo esté relativamente claro y que les haya ayudado a entender mejor su piel. En efecto, es importante conocer su tipo de piel y su condición de piel para poder tener una rutina de skincare adaptada a esta.

¿Sabías la diferencia entre el tipo de piel y la condición de la piel?